martes, 26 de septiembre de 2017

Cosas de Cataluña (Parte 1 de 2)

Sabéis que no me gusta mucho meterme en tema serios, y menos todavía si se trata de asuntos políticos o relacionados, ya que muchas veces no hay por donde verles la gracia. Pero el sucederse de acontecimientos me han llevado a un punto en el que necesito expresarme o me estallará la cabeza. Y como no, el tema al que me voy a referir es al de Cataluña y su ánimo de celebrar un referéndum para votar por su independencia. Pero antes, necesito dejar clara mi posición, para que no hayan dudas sobre mi punto de vista subjetivo de este asunto.

Aqui un trapo de colorines.

Yo soy catalán. Lo soy porque cuando nací confluyeron los vectores espacio y tiempo y allí aparecí. Quede claro por lo tanto y teniendo en cuenta ésto, que no puedo sentir orgullo por ser catalán, ya que no fue nada más allá del azar. Considero que el orgullo, el honor o la ufanía son sentimientos aplicables a cosas que uno ha logrado en su vida y a causa de su esfuerzo y dedicación, como criar a un hijo notable, escribir un libro o plantar un árbol que acaba siendo el patriarca de un nuevo bosque; pero nunca, nunca, por causas de azar. Y perdonadme que haga hincapié en un tema tan semántico como éste, pero es que necesito que entendáis que cuando oigo a alguien sintiéndose orgullosos de haber nacido en el interior de ciertas fronteras me produce la misma sensación que si oyera a alguien estar orgulloso de ser rubio o de ver llover. Y volviendo a lo mio... No me siento orgulloso de ser catalán, aunque lo prefiero a ser sirio o somalí, por ejemplo, con lo que puedo resumir que "estoy contento por haber nacido en Cataluña". Y teniendo en cuenta esta parrafada, queda implícito que tampoco me siento orgulloso ni nada parecido de ser español, europeo o ningún otro calificativo similar. Podría decirse de mi que soy un ser humano apátrida, así en general, pero para referirme al tema que nos ocupa (y nos preocupa) y para acabar de dejarlo claro, podemos dejarlo en que soy un catalán no independentista.

El tema, y ahora si voy a decirlo, es que últimamente se han desatado las tensiones entre dos bandos que cada vez están más definidos: Por un lado tenemos a una jauría de catalanes que, cansados de abusos, recortes sociales, privaciones y violaciones de los derechos humanos fundamentales sobre su población, han decidido rebelarse para plantar cara al opresor. Éste llamado opresor no es más que el gobierno central de la nación, el cual después de agotar todas las vias de negociación y diálogo se ha visto obligado a recurrir a la via judicial y preparar el terreno por si hay que llegar a utilizar la fuerza.
Y ahora, por favor nótese el tono de ironía utilizado aquí arriba ya que ni los catalanes viven tan mal, ni el gobierno central se ha tomado la más mínima molestia en hablar el asunto de forma civilizada. ¿Qué pasa entonces en Cataluña? Nadie lo sabe con certeza, básicamente porque las noticias de la televisión y las redes sociales de personas particulares no dejan de bombardearnos con notícias falsas. Y eso me preocupa.

Como yo soy un catalán apátrida que vive en Espanya, tengo la suerte (y lo digo en serio) de relacionarme con personas de todo tipo y en mi facebook tengo desde fascistas que desean el regreso del caudillo hasta independentistas radicales que no ven otra solución a sus problemas que separarse del país que les asfixia. Y debido a ese amplio espectro de amistades, puedo deleitarme con decenas de noticias falsas las cuales, aunque pueden ser desmontadas con una simple búsqueda en Google, son compartidas sin remordimientos para avivar aún más la llama del enfrentamiento. Llevo ya un par de días recogiendo esas notícias (fotos de tanques en las calles, falsos comunicados de las autoridades, frases atribuidas a quien no las ha dicho...) y comunicando a esas personas que han puesto cosas que no deberían. Y quizás soy yo quien no debería meterse en asuntos ajenos, pero... Me importa. Me importa porque el dia 1 de octubre de 2017 voy a estar en Cataluña y tengo miedo de que la cosa se vaya de madre. Os cuento el porqué.

Este mes de agosto me confirmaron la fecha de la presentación de mi segundo libro "La onomatopeya del ladrido y otros relatos pulp" en la biblioteca de Amposta (Tarragona) el día 30 de septiembre. La fecha me pareció tan buena como cualquier otra, pero claro... es el día antes del referéndum y empiezo a temer no ya un conflicto armado pero si un estado de ánimo de la población poco propicio para ir a ver libros. Que no venga ni dios, vamos. Quizás os parezca una perogrullada comparado con lo que está cayendo (o nos dicen que está cayendo) allí, pero me preocupa. Me da incluso miedo. Conozco bien a mi gente. Puede que no me sienta representado por ninguna bandera ni bajo el influjo de ninguna frontera, pero yo amo mi tierra, desde el norte de Castellón hasta los campos de Tarragona y hasta la franja de Teruel. Amo mi tierra como lugar físico, dejando de lado los colores y los yugos políticos y no hay día que no la eche de menos. Y como también quiero a mi gente, no les deseo ningún mal, de ningún tipo. Porque somos personas acostumbradas a capear temporales y hacerle buena cara al mal tiempo, como buenos montañeros y ribereños; y al igual que llevamos toda una vida manifestándolos pacíficamente contra todo tipo de agresiones como campos de golf, parques eólicos, centrales nucleares, vertederos y trasvases de toda índole y capacidad, siempre armados con canciones, bailes y alegría, también sé que si una gota colma el vaso somos gentes guerreras y no nos da pereza afilar azadas y hoces para defender lo que es nuestro.

Y aquí mi tierra, o parte de ella.

Llevo más de diez años lejos de mi tierra y es la primera vez que voy a ir con miedo. Lo reconozco al igual que reconozco que me estoy sintiendo tentado a anular el viaje, la presentación, la publicidad... Abandonar a cambio de la seguridad de mi hogar. Pero voy a ir de todos modos. De no ser así no escribiría ésto, que no es más que una forma de reafirmarme en mi decisión. El sábado llegaré a mi tierra y les llevaré algo de literatura, risas y buen rollo, porque creo que es lo que necesitan. Lo que necesitamos. Y el día siguiente ya veremos que pasa.

3 comentarios:

  1. Yo creo que no pasará nada grave. Desde luego, algunos canales de TV pintan un escenario a lo Necromunda, pero en realidad lo hacen para conseguir más share.

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  2. Lo malo, Runeblogger es que ya ves como acaban algunos experimentos de las TVs para ganar share. Y a Trump y al Brexit me remito.

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  3. Está claro que parece que quieren que pase algo. Así no se ve otras cosas. Ánimo y suerte, para ti y para toda la gente de a pié.
    Uno que está orgulloso de... de... bueno, algún día lo estaré.

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