jueves, 28 de agosto de 2014

El cántico del grillo celestial



Hace unos meses, la red entera se sacudía emocionada por el increíble descubrimiento descubierto (¿ehm?) por un tal Jim Wilson el día en que se le ocurrió grabar el estridente y desagradable (para las gentes de ciudad) canto de unos grillos y luego reducir la velocidad del audio con la premisa de que los insectos viven a un ritmo más acelerado que nosotros, para obtener una especie de cadencia melódica que fue conocida como “Canto celestial de los grillos” (puede oírse aquí  ), argumentando que es así como ellos mismos lo oyen. 

Como no, la comunidad religiosa y pseudocientífica alzó sus estandartes de fe y de “esto es tan bonito que no puede ser casualidad sino la obra de un Dios benevolente a pesar de que en Gaza a los niños los estén abriendo en canal” y utilizaron el canto de los grillos como una forma de demostrar al mundo que lo que ellos dicen sí y lo que dicen los otros no.

Pero claro, hay mucho desaprensivo suelto y un tal Carlos Kawash no tardó en burlarse del asunto (podéis oír el audio aquí ) para luego rematar demostrando al mundo que tal coro angelical fue un montaje ya que el sonido de los grillos es percutor y no melódico por lo que ese tal Jim Wilson tuvo que hacer un inserto con voces humanas o no se qué (véanlo aquí).

Pero yo, adalid de los ignorantes y los vagos, salí la otra noche a cazar un grillo para grabar, ralentizar y descifrar su cántico y así evitaros hacerlo por vosotros mismos y aunque no tengo ni idea de cómo subir un video al yutube, voy a escribir el mensaje REAL que el grillo transmite con su incomprensible canto. Allá va:

¡Soy un grillo macho, soy un grillo macho! ¡Busco hembra receptiva, busco hembra receptiva! ¿Quiero follar, quiero follar, quiero follar…!
Y como éstas, varias frases más que no voy a poner por ser inadecuadas en horario infantil. De nada.

¡Oh si nena, ponte a seis patas!

sábado, 23 de agosto de 2014

El plan-B del verano

Ayer me dejé llevar por la emoción y al final no escribí la entrada que pretendía pero hoy, bañado por la luz del Sol (ah, el astro rey, cuantas cosas se podrían decir sobre él en un día como éste) y después de haber dormido mis siete horas reglamentarias me siento sereno de nuevo.

Y es que el verano se nos va, pero hay cosas que se quedan, entre ellas, como no, las obligatorias visitas a la playa, como si lo que un mamífero cualquiera necesitara cuando las temperaturas suben por encima de las propias fuera ponerse al Sol (ah, el astro rey...) a autoinmolarse y llenar todos los orificios de su cuerpo de arena. Es por todas esas cosas que me reitero en mi afirmación de que odio la playa, con todos sus componentes. A saber:

Sus barquitos

Sus gentes bañandose

Las tumbonas a € el minuto

Y su pu...ñetera arena.


viernes, 22 de agosto de 2014

Una entrada que pretendía ser graciosa



Me había sentado a escribir la típica entrada veraniega donde cuento lo poco que me gusta el calor y que adorno con imágenes de bellas damas acaloradas mostrando escotes generosos y muslos lustrosos. Y ha sido entonces, mientras buscaba fotografías de chavalas tomando el Sol en la playa, cuando me he topado con una página en la que hablaban de los derechos de imagen de las personas y de la invasión a la intimidad; y de allí he ido a parar a otra donde se contaban cosas sobre los derechos de las mujeres y de los abusos que se cometen sobre ellas de forma cultural; y al final he acabado leyendo algunos detalles sobre la noticia de moda en la que se ha convertido la violación de una chica en una feria de Málaga. Y hasta ahí he llegado.

Sabéis que no acostumbro a tratar cosas serias de la actualidad, ni siquiera medio serias de tiempo atrás, pero a veces uno se encuentra con cosas que le revuelven el estómago. Y no hablo de la violación en sí, que es un acto execrable de violencia y dominación donde los haya; hablo del circo mediático, de las cámaras enfocando a los presuntos agresores (hay que decir presuntos) siendo arropados por sus famílias, que son de étnia gitana y cuidado que no podemos generalizar, pero joder que casualidades, que ellos sean pobres inocentes (mi hijo puede ser un ladrón y un asesino pero un violador… ¡Jamás!) y ella una casquivana que iba provocando y al final ya se sabe lo que pasa; de los periodistas tratando patéticamente de ser imparciales; de acusados en la calle y una juezA diciendo que el caso se archiva porque la cosa no está muy clara (es que no eran horas de ir por la calle y la muchacha trabajaba en la feria y claro… vete tú a saber qué tipo de chica era, si le hubiese pasado saliendo de misa sería otra cosa.). ; y opiniones por todas partes que no parecen hacer más que justificar este tipo de agresiones buscando la vuelta de tuerca para que parezca que no hay personas malas si no realidades sociales distintas, cuando en realidad lo único que pasa es que hay tal cantidad de desalmados sueltos que si nos lo dijeran así de golpe nos entrarían ganas de comprarnos una escopeta a todos y atrincherarnos en nuestras casas detrás de un murete de sacos de tierra.

Y me resisto a dejarme llevar por el odio y volverme violento pues ello me acercaría más a los agresores que a las víctimas, pero creo que a nadie le importaría que ciertas personas en este país decidieran hacer escalada con cuerdas podridas o echarse al mar con barcas sin remos, velas o motor, a ver si los perdemos de vista de una vez y podemos saludar a nuestros semejantes con menos asco, enseñándoles los dientes para sonreír y no  para gruñir.

Total, que este año no van a haber fotos de tetas ni nada. 
Buscad en el gogle, como todo el mundo.

martes, 5 de agosto de 2014

Consultorio del Dr. testículo (y ya van 10)



Llevábamos ya varios meses sin recibir una miserable carta a este vuestro consultorio pero muy oportunamente he recibido hoy una justo cuando estaba a punto de cerrar el chiringuito. Esto no viene a demostrar más que mi grandeza, resistencia a la adversidad y saber hacer. Pero vamos ya con la carta.

Estimado doctor:

He notado desde hace tiempo que las mujeres ia no me causan la misma reacsion. Antes me gustaban mucho i cuando las veía todo mi cuerpo se ponía como tieso pero ahora casi no se me reacsiona. Tengo una vida sexual muy felis con mi esposa con la que tengo barios hijos pero me perocupa que me este hasiendo viejito.

Por favor halludeme doctor testículo. 

Querido amigo, lo primero que voy a hacer para ayudarte es recomendarte que utilices algún tipo de corrector (incluso uno de esos peligrosos auto-correctores) porque has escrito la carta mal de cojones, sobretodo al final que se ve que ya te venías abajo. Y lo segundo, que vamos al tema.
Verás amigo anónimo, tu problema no es tan grave. Simplemente es. Como ya sabrás, nuestro cerebro es un gran desconocido para nosotros, especialmente la parte primitiva que controla los impulsos básicos tales como el sexo.

Cuando un hombre ve a una mujer que le parece atractiva, inmediatamente su cerebro reacciona y se prepara para la cópula enviando toda la sangre hacia el pene, sin ser del todo consciente de que esto, hoy en día, no es un aquí te pillo aquí te mato sino que existe todo un proceso de seducción como intermediario que suele terminar en fracaso absoluto. PERO. A medida que maduramos, no solo a nivel físico sino también de modo intelectual, una vez estamos casados y tenemos hijos, el cerebro va saliendo de su ensoñación primaria y se vuelve capaz de medir la situación y controlarla en un proceso que yo llamo “Fast froward” como el botón de los vídeos de tirar para adelante.

El Fast froward consiste en que cuando aparece la hembra deseada por la calle, el cerebro, en lugar de rendirse a sus encantos y enviar sangre hacia abajo, te muestra imágenes subliminales de cómo sería tu vida al cabo de diez años de tirarte a esa chica; lo que viene a ser cambiar pañales, cariño quiero ir al ikea a ver un mueble, limpiar vómitos del sofá… y ello hace que el proceso se revierta y puedas seguir tu camino sin alterarte.

Es por ello que puedes estar tranquilo ya que no tienes ningún problema. Es solo que estás amargado de la vida.

Lo que hay
Lo que pasa
Lo que ves
Y los demás ya lo sabéis. Podéis mandar vuestras consultas para ser “halludados” por el DR. Testículo y solucionar así todos los problemas que se os presenten escribiendo a:
capdemut@gmail.com

viernes, 1 de agosto de 2014

Adoctrinamientos (Paternidad 32)



Es importante saber transmitir nuestras ideas, valores y motivaciones a nuestros hijos, especialmente cuando están en esa edad inocente en la que desean descubrir el mundo pero todavía no saben nada de él. Ese es el momento de enseñar, educar y enriquecer a los pequeños con todo aquello que nosotros hemos aprendido a lo largo de nuestras vidas para que algo de nuestra sabiduría llegue a ellos y les ayude en el duro camino de la vida. Pero todo eso teniendo en cuenta que seamos personas lúcidas y equilibradas porque, en caso de estar como putas cabras, tal labor se puede convertir en un adoctrinamiento puro y duro del que nuestro pequeño puede salir mal parado. Y como no, estoy hablando de cosas tan comunes como inventarse mierdas para que el crío se las crea sin saber que su padre está mal de la cabeza. Pero vamos con un ejemplo práctico, por favor.

Hace poco llegaba mi hija a casa después de pasar el día con una amiga. Y que si “Te lo has pasado bien”, que si “habéis jugado mucho”, et… Hasta que la niña me suelta esto:
-¿Sabes papá? El abuelito de Xxwz (nombre de la amiga) se murió, se convirtió en un ángel y subió al cielo. Se lo han dicho sus papás.
-¿Que qué le pasó a quién? ¿Que se convirtió en qué y subió dónde?
-Papá, no te enteras de nada, he dicho que…
-Ya ya, eran preguntas retóricas de esas.
La cuestión es que activé el panel secreto detrás de la tele que me condujo a mi biblioteca secreta y comencé a buscar en la sección de “teología y otras mierdas” a qué tipo de religión podían pertenecer los padres de Xxwz, pero fue en vano. Ni el viejo testamento ni el nuevo contemplaban la polimorfización ni el ascenso físico al cielo, así como los cultos derivados del cristianismo u otras religiones más raras. Así que, después de varias horas de búsqueda infructuosa llegué a la conclusión de que los padres de esa niña se habían inventado una religión a su medida. Y yo, respetando al máximo su derecho a creer, debo decir que menudos gilipollas de mierda son esos dos. Pero cuidado, que no quiero ofender a nadie.
 
Joder con el abuelito de los coj...
Veréis. Yo no soy creyente. Y estamos hablando de creyente como el que se cree cosas que jamás ha visto y que desafían todas las leyes de la física y la lógica, solo porque están escritas en libros o son pronunciadas por personas que aseguran que predican algo más antiguo que el mundo. Pienso que las religiones, así en general, tienen un motivo para existir y ese no es otro que las necesidades de algunas personas (muchas personas) en creer en que hay algo más que esta miserable vida que nos toca vivir. Y hasta ahí lo respeto, incluso lo admiro hasta cierto punto. Pero que alguien se invente su propia religión “Es que yo creo en dios, pero a mi manera, o sea”, se la crea aun sabiendo que es todo una invención propia, y encima se la cuente a sus hijos para que éstos propaguen la palabra me parece un sinsentido.

Así que solo me queda la opción de contraatacar y como algún día venga esa niña por mi casa a contarnos cuentos de cadáveres que se alzan de nuevo y vuelan hacia el cielo con alas de paloma, voy a abrir el armario de los tebeos y le voy a hablar del gran Songoku, que dio la vida por nosotros y luego resucitó para participar en el torneo de artes marciales. Y como su padre se mosquee ya puede venir a por mí que le estaré esperando detrás de la puerta con la pose de la grulla. Y se va a cagar. Ya lo creo que sí.

Esto ya es otra cosa, hombre por favor.