viernes, 27 de enero de 2012

+ x + = -

Cuando decidí comenzar con esto del blog lo hice desde la sencillez y la humildad, sin ninguna pretensión de éxito o popularidad. Al poco tiempo se unieron al mismo algunos amigos cercanos y me alegré. Pensé “Que buenos amigos tengo que me animan y me apoyan con su inestimable presencia y comentarios.” Y así, animado, continué adelante con mi escritura.
Pero un buen día comenzaron a aparecer personas de más allá de mi entorno. Era maravilloso ver cómo personas desconocidas venían a mostrar su admiración por mi humilde trabajo sin esperar nada a cambio. Fue entonces cuando, por cortesía, decidí unirme al blog de uno de ellos y descubrí con sorpresa que el individuo en cuestión tenía la friolera de 150 seguidores en su blog. Me quedé estupefláccido. Ese tio debía ser un genio. 150 personas siguiendo, leyendo y comentando sus entradas era algo que casi escapaba a mi comprensión. Él con 150 seguidores y yo con mis 4 amigos patéticos de siempre siguiéndome por compromiso. Menuda vergüenza. Por supuesto, yo también me convertí en su seguidor, vitoreando sus sabias palabras y besando el suelo por el que pisaba, intentando con mis comentarios jocosos llamar su atención para poder regocijarme con sus respuestas. Pero algo no cuadraba allí. Mi admirado líder era a su vez seguidor de un número incontable de blogs, cuyos autores a su vez habían seguido el suyo, igual que yo. Era físicamente imposible seguir de forma activa tantas páginas, por lo que comencé a sospechar e investigué sobre él.
En el facebook tenía más de 500 amigos y eso significaba que algo no iba bien. Yo tenía 30 y la mitad me sobraban. ¿Cómo era eso posible? Miré en su twitter y la cosa no era para menos con amigos de la talla de Obama o Yoko Ono. Entonces lo tuve claro: Mi ídolo admirado no era más que un friki sin ninguna vida social más allá de la linea de visión de su monitor.
La decepción fue mayúscula. Mi modelo a seguir resultó estar hecho de estiércol. Y yo, que siempre he sido más de cantidad que de calidad, decidí quedarme con la fidelidad de mis viejos amigos de siempre antes que con la presencia etérea de todos los demás. Y es que a veces, más por más es igual a menos.

viernes, 20 de enero de 2012

Ultimamente he estado escribiendo bastante, hasta el punto de colapsarme a mi mismo, por lo que he pensado en, a partir de ahora, publicar una entrada por semana, preferiblemente en viernes, para así regularizar un poco el ritmo y haosisimos seguidores.
Por el momento tengo una nueva consulta lista para responder, una entrada sobre paternida dy alguna cosilla más que espero poder subir en breve.
Besitos testiculares.

martes, 10 de enero de 2012

Sucedió en ver ano.

Como muchos de vosotros sabréis, entre mis más sanas aficiones está la de pasear con mi mountain bike por los alrededores de mi casa, zona de paseo por excelencia. Y como todos vosotros supondréis, no soy el único en recorrer periódicamente la zona.
Pues bien, entre los muchos habituales hay una muchacha, algo más joven que yo, alta, delgada y de larga melena morena que ahora no porque es invierno pero suele montar en bici vestida con unas mallas y una camiseta ajustada de generoso escote (y generoso contenido, debo admitirlo, ya que alguna vez me he fijado), que se realza aún más debido a la postura adoptada al practicar tal deporte. Y ahora paso a relatar lo que me pasó.
Dio la casualidad que coincidimos en un punto, ella y yo; ella iba delante y a unos escasos metros pedaleaba yo, sin prisa, pues me gusta disfrutar del paisaje de la zona (y de lo que no es el paisaje, de ahí el título de esta entrada). Todo iba bien, tranquilo, relajado, hasta que un extraño chasquido surgió de la bicicleta de la chica y por una de esas cosas habituales en estos aparatos, se le salió la cadena del sitio y la chavala tuvo que pararse a mirar desconcertada el cómo arreglar tal problema.
Yo se como poner una cadena en el sitio, así que pensé: “Ahora aparezco yo, le ayudo, entablamos conversación, y tengo a alguien a quien saludar cordialmente en futuras salidas.” Si, que pasa, solo pensé eso. Pero no iba a ser tan fácil. Solo me separaban unos metros de ella, pero antes de poder alcanzarla aparecieron decenas de ciclistas salidos de la nada con sus bicis doradas de suspensión regulable, sus zapatitos enganchables, sus mallotes de colores y sus cascos siempre a juego con las gafas. Yo me quedé paralizado unos segundos ante la repentina aparición y ellos aprovecharon ese tiempo.
Saltaron sobre ella como leones hambrientos sobre una cebra herida. Mientras uno le colocaba la cadena otro le engrasaba los piñones, otro le regulaba los frenos y otro hacía lo propio con el cambio de marchas. Le aconsejaron qué comprar, cómo pedalear más eficazmente y cuál era la altura ideal del sillín para ella y su bonito trasero. Se intercambiaron teléfonos, quedaron para algún día tomar algo y le preguntaron la fecha de su cumpleaños por si se veían entregarle algún obsequio.
Tan rápido como llegaron se marcharon, dejando una nube de polvo que se pegó en mi piel sudada. Cuando recuperé la visibilidad estaba sucio y cansado y ella ya pedaleaba tan lejos que debería haber almorzado el doble para alcanzarla.
Pero lo peor, peor, es que tuve la certeza de que si soy yo quien tiene algún problema con la bici, en el mismo lugar y momento, me toca volver caminando a casa.

jueves, 5 de enero de 2012

Las primeras tetas y culos

Cuando yo no era más que un proyecto de hombre devorado por el acné, un crío imberbe con las hormonas montando tiendas de campaña en su cerebro, en definitiva lo que se conoce como "un puto niñato de mierda", las cosas eran , en cuanto al llamado “despertar sexual”, muy diferentes a las de hoy en día. Ahora cualquiera que tenga un duda sobre la anatomía del sexo opuesto solo tiene que hacer un “clic” y todas sus dudas se resuelven de inmediato; Pero antes no era así.
Los años noventa eran tiempos duros en los que tenías que buscarte la vida ya fuera robándole las revistas guarras a ese primo mas mayor, corriendo el peligro de llevarte una buena hostia o meter la cabeza furtivamente en el vestuario de las chicas a riesgo de recibir un numero incontable de golpes a cada cual más mortal. Por ello la mejor opción era ver los jueves por la noche la sesión de cine erótico de Canal9 (antes de que se convirtiera en una especie de NODO a todo color). Conseguirlo no era fácil; Había que lograr acostarse más tarde que los padres por lo que debían utilizarse excusas variopintas. Los mas empollones decían que se quedaban a estudiar para el examen de mañana, excusa que a mi no me servía pues habría levantado sospechas de inmediato, por lo que la mayoría debíamos inventar cosas a cada cual más ingeniosa, pero sin pasarse; Conozco el caso de un chaval que fingió ser sonámbulo durante tanto tiempo que acabó en manos de psicólogos, atiborrándose de pastillas y perdiendo su voluntad y el control de sus esfínteres, pero eso es otra historia. El caso es que había que lograr ver esas películas no solo por las tetas y culos si no para poder comentarla al día siguiente en el patio del colegio.
Las conversaciones tenían lugar en rincones del patio alejados de la multitud y eran los “Trending Tepic” de la época. Los que las lideraban eran los héroes del momento, demostrando que habían podido burlar la vigilancia paterna y ver algo prohibido para todos. Era un signo de astucia y madurez. Y en esos corrillos clandestinos donde solo se aceptaban a aquellos que habían visto la peli se comentaban los mejores momentos de la misma, dando todo tipo de detalles curiosos. Pero no solo eso. También se debía velar por detectar a los intrusos, humillarlos y expulsarlos del elitista grupo. Un ejemplo:
Niño1: ¿Qué os pareció la de anoche?
Niño2: ¡Muy buena, muy buena, si!
Niño3: ¡De las que más se veía de todas las que han hecho, si!
Niño 4:: Mmm… si... buena, buena, si…
Niño1: ¿A que estaba buena la negra?
Niño4: Si… uff… la negra, si…
Niños 1, 2 y 3: ¡Mentira, en la de anoche no salía ninguna negra! ¡Mariquita, mariquita, mariquita!
Lo negativo del asunto es que las pelis, a pesar del entusiasmo que nosotros poníamos en su visionado, solían ser bastante malotas. Ahora, desde la experiencia que me da la inminente viejunez soy capaz de descubrir matices que antes me pasaban por alto; Pero como no quiero extenderme mas, que luego la gente se me queja, enumeraré los 4 tipos de pelis en las que mayoritariamente logré catalogarlas:
1ª, La españolada: Tías jamonas liandose con tipos enanos, calvos y ridículos a mas no poder. Muchos gritos, carreras y magreos bastos. En las escenas de sexo solían taparse con una sábana hasta la cabeza y moverse de forma convulsiva.
2ª: La francesa: Chicas menudas y delicadas de aspecto frágil y juvenil. Estas iban casi siempre de infidelidades y salían muchas caricias, susurros y musiquitas demenciales. En los momentos clave la cámara solía enfocar algo como un jarrón reflejando las llamas de la chimenea o un caracol subiendo por un zapato.
3ª: La italiana: Tias buenorras, situaciones creíbles y argumentos elaborados. Lo malo es que a veces acababa la peli sin salir ni un miserable pezón y eso era decepcionante hasta un grado insoportable.
4ª: La inglesa o alemana: Cosas raras salían allí. Cosas de conventos, colegios, internados y cosas así con azotes, cuero y otras cosas de mal rollo. A veces no habían escenas de sexo al uso pero de haberlas solían verse ensombrecida por nieblas, lluvia o cosas raras.
Había más, mejores y peores, pero para eso haría falta un blog entero y con dos me sobra. Muchas gracias.


Laura Gemser era Emmanuelle Negra, una de las pelis más emitidas y más malas de la historia, con permiso de Pretty Woman (La puta y el tonto, en español)

miércoles, 4 de enero de 2012

Pues ya está. Ha costado un poco pero finalmente he terminado de volcar todo el contenido "no lúdico" de mi otro blog (mejor que este) aquí, y a partir de ahora pasaré a escribir cosas totalmente inéditas y novedosas.
Como aquel que no quiere la cosa llevo dede dicembre del 2009 con esto de los blogs y aunque a veces resulta algo frustrante, hay ocasiones en las que la gente me rie las gracias y me pongo contento como un mono que acaba de descubrirse el pene.
Aunque cueste creerlo, estos escritos sin demasiado sentido me han entretenido a mi y a otros y han servido de inspiración hasta para un trabajo universitario sobre no se qué palabra que ni recuerdo, ni entiendo.
Ahora que empezamos el 2012 espero que la cosa siga igual, incluso mejor, y que los futuros habitantes del planeta tierra recuerden este año que comenzamos como "El año del testículo".
Gracias a todos los que os habeis pasado por aqui y que esto siga asi.

Caca is in the air

Algunas veces, no siempre, cuando termino de defecar y procedo a adecentar la zona, por un error de cálculo, coordinación o cualquier otro proceso cerebral, un dedo se desliza fuera de la zona segura y roza donde no debería. Cuando me levanto a lavarme las manos noto que no huele normal pero pienso en ello, y descubro que ese olor lleva implícito un extraño poder que conlleva libertad y amor hacia el producto interior bruto de uno mismo; asi que dejo el agua para otro dia y me paso la mano por el rostro, por el cuello y la camiseta. Y salgo a la calle para que el aire fresco del atardecer me envuelva, con todo lo que ahora soy y llevo conmigo. Y camino por la ciudad, libre y despreocupado dejando tras de mí una estela imperceptible de aquello que debería corre rbajo nuestros piés. Y nadie lo sabe, nadie lo nota, pero todos lo respiran y sin saberlo, formo parte de cada persona, de cada casa y cada edificio, adhiriendome a todo para acabar fundiendome con una ciudad que tantas veces he detestado y menospreciado.
Una ciudad y unas gentes que se alimentan de mi caca.
Dicen que esto es un tio (yo), que voy a una tienda de informática a comprarme un ordenador que he visto en un catálogo por 400 euros y que me viene al pelo para lo que yo lo necesito, que es escribir mierdeces en blogs y otras estupideces similares que no puedo confesar al mundo por una combinación de vergüenza y pereza a partes iguales.
Y ya en la tienda voy a llevarme el aparato y el tio me dice que e suna pena porque por 50 euritos mas me viene un disco duro muchísimo mejor que alomejor no pero si me hace falta en un futuro me costará bastante mas de 50 euros. Y yo veo que bien, que vale y por 450 euros tampoco está mal la compra. pero entonces resulta que el mismo trasto por 30 euros mas lleva una tarjeta gráfica ATI Rodenón que e sla leche para jugar a juegos de los buenos. y coño, recuerdo que los juegos buenos me gustan y que alomejor me lo compro pero claro, con esa RAM me limita mucho la sensación de realismo y por 40 más me la triplican. 520 euros no es tanto para tanto ordenador y cuando me lo voy a llevar, en una conversación casual le comento al tio que me mola ver pelis en el ordenador y va y cae en la cuenta de no se que mierdas de tarjeta de sonido Dolby envolvente que es como estar en el cine pero sin niñatos escupiendote palomitas desde atrás. eso parece el paraíso, y por solo 59'90 no puedo dejar pasar la oportunidad y acabo olvidando lo malas que son todas las pelis y especialmente su sonido. Miro en mi cartera y supero los 580€ y estoy emocionado y embriagado con tanta tecnología pero claro, ya puestos en ese precio para qué mejorar esa chatarra del principio si puedo subir a una gama mas alta con solo 600 euros de ná. mejor procesador de quintuple núcleo, RAM, ROM, RIM y más cosas que se ha inventado alguien para engañar a gente mediocre como yo. Y vaya si lo consigue el muy mamón. Por solo 20 euritos me cambian el color a uno acorde con mi pelo y con 30 me regalan el ratón y teclado del WOW (horrible, por cierto). Por 15 me añaden un multilector de tarjetas que lo lee todo menos la de la cámara de video que me voy a comprar la semana que viene y ya por poco, paso al full equip ese del escaparate que tanto me horrorizaba hace 10 minutos que la verdad, por 1500 euritos... ¿Quien no se da un capricho? Todo el dia trabajando, seis dias a la semana sin vacaciones ni un instante de relax, siendo siempre fiel a mi mujer y amable con mis abuelos. Merezco eso y mas pero me conformaré. la tarjeta de crédito suelta un fogonazo de luz y color cuando pasa por el tarjetero y el corazón me da un vuelco cuando cruzo la puerta con la caja debajo del brazo.
Estoy contento pero cuando llegue a casa mi mujer acabará con mi vida y el ordenador, sobre mi tumba, dentro de un més se habrá desfasado tanto que no valdrá ni para jugar al buscaminas